La policía del Régimen detiene en Vallekas a 14 vecinas y vecinos que ante la privatización de la atención sanitaria "hemos tomado la humilde decisión de no retroceder"

A partir del próximo mes de septiembre la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid entregará a empresas privadas la gestión sanitaria de los seis hospitales semiprivados abiertos en 2008 en la Comunidad de Madrid. Las expectativas para el barrio de Vallekas son especialmente dramáticas porque a la privatización del Hospital Infanta Leonor, la Consejería ha añadido también la de los centros sanitarios de especialidades Vicente Soldevilla y Federica Montseny, y de los centros de salud mental de Puente y de Villa de Vallekas. Pero además, la Consejería tiene programado el cierre del centro sanitario de especialidades Federica Montseny y del centro de salud mental de Villa de Vallekas en un plazo máximo de nueve meses. Estas decisiones no persiguen otro objetivo que desviar hacia los centros privados a todos los pacientes que antes eran atendidos por los centros públicos, de tal forma que todos los pacientes que antes dependían de los centros públicos se concentraran ahora en el Hospital privado Infanta Leonor y en el centro privado de especialidades Vicente Soldevilla. La Asociación de Vecinos de Alto del Arenal, junto con CAS Madrid y la plataforma Matusalen, convocaron conjuntamente para el pasado 17 de junio una concentración en defensa de la sanidad pública frente al centro de salud Federica Montseny por entender que lejos de responder al interés general de la ciudadanía y a las necesidades concretas de una población totalmente trabajadora como es la de Vallekas, la determinación de la Consejería de Sanidad está orientada a satisfacer el interés privado de un pequeño grupo de grandes capitales que buscan establecer en la sanidad, la educación y las pensiones las condiciones necesarias para la realización de la ganancia que antes se apropiaban en el mercado de la vivienda. Tras la concentración, los vecinos decidieron 1)iniciar una asamblea permanente a través de la cual constituir un movimiento vecinal a nivel local desde el que organizar la oposición frontal a las agresiones sociales perpetradas por el gobierno a la sombra de los grandes capitales en préstamo (bancarios, financiero-especulativos, etc.) y 2)encerrarse de forma indefinida en el centro de salud Federica Montseny. Pero no bien había pasado una hora desde que comenzase el encierro cuando la policía asaltó el edificio y se llevó detenidos a las 14 compañeras y compañeros que iniciaron el primer turno del encierro. A las dos de la mañana eran puestos en libertad con los cargos de "allanamiento de morada propiedad de persona jurídica con fuerza en las cosas", "desobediencia, resistencia y atentado contra la autoridad". Al día siguiente, tal y como habían decidido en asamblea que ante la privatización de la atención sanitaria especializada pública en Vallekas "hemos tomado la humilde decisión de no retroceder", volvieron a concentrarse frente al Federica Montseny.

Con motivo de la concentración del día 18 de junio frente al centro de salud Federica Montseny en repulsa por los episodios de represión protagonizados por la policía el día anterior que se saldaron con 14 detenciones y en oposición política contra los planes de privatización de la Consejería de Sanidad, los vecinos y trabajadores de la sanidad desarrollaron una asamblea en la que decidieron comenzar un paseo reivindicativo por la Avenida de la Albufera hacia el centro de salud Vicente Soldevilla con la finalidad de hacer visible la protesta para concienciar y organizar a los vecinos y a los trabajadores sanitarios de los centros de salud del barrio. La policía se presentó a mitad de trayecto, cuando acordonó a los manifestantes y comenzo con sus habituales provocaciones para reventar la manifestación, que aunque finalmente no pudo llegar al Vicente Soldevilla, sí pasó frente a la Junta Municipal y finalizó con una asamblea en la Plaza Vieja en la que se insistió en la necesidad de organizar a las trabajadoras y trabajadores a nivel local para defenderse de las agresiones a las que son sometidos desde las instituciones burguesas, y al cabo de la cual y cuando la gente ya se estaba retirando, la policía comenzó a apalear e identificar al pequeño número de vecinos que allí quedaban.