La Reforma Agraria en el siglo XXI es imprescindible

El día 7 de agosto de 2012 jornaleros andaluces articulados en torno al sindicato de jornaleros "Sindicato Andaluz de Trabajadores" (SAT) se llevaban (sin pagar) alimentos de primera necesidad en la sucursal de Mercadona de Écija (Sevilla), sin otra intención que la de acaparar el protagonismo mediático para denunciar públicamente el caracter instrumental de las leyes respecto a los intereses de la clase dominante o propietarios de los medios de producción: el dinero público (recaudado de los impuestos de los trabajadores y de la ganancia de las empresas, es decir, del trabajo de los trabajadores) orientado a mantener las conquistas que garantizan la existencia de la sociedad (sanidad pública, educación universal, transporte público, etc.) se está entregando a los bancos privados en la forma directa de rescate o mediante los intereses del endeudamiento del estado con los bancos. El SAT denuncia, a su vez, que esta instrumentalización de la ley se reproduce también en el campo andaluz donde el 2% de los propietarios poseen el 50% de las tierras cultivables mientras hay 500.000 jornaleros sin tierra.

 

Aprovechando este protagonismo mediático, desde el día 7 de agosto el SAT ha continuado con un proceso de movilizaciones que, consecuente con sus denuncias políticas, ha consistido en la ocupación pacífica de fincas y entidades bancarias. Sus reivindicaciones son comprensibles para toda la clase trabajadora: piden que se priorice las garantías sociales sobre cualquier interés privado y una reforma agraria que reparta las tierras cultivables entre los jornaleros y garantice mecanismos legales para protegerles frente a la competencia de los grande latifundios.

Durante este proceso de movilizaciones han resultado detenidos un total de 56 jornaleros sindicalistas como resultado de las maniobras ejecutadas por el gobierno, orientadas a criminalizar al SAT y entorpecer el nuevo orden social constituido por las y los jornaleros articulados en torno a un prgrama político común a toda la clase trabajadora.