Desde finales de 2013 el gobierno del PP viene insistiendo en la idea
de que España está saliendo de la crisis, idea que se ha reforzado tras conocer
los datos económicos del segundo trimestre de 2014 que apuntaban un crecimiento
interanual del PIB del 1.2%. Sobre este diagnóstico, la oposición ha venido
criticando que dicho crecimiento de la producción general española no tiene un
efecto real sobre el malestar social generado por las políticas de austeridad
que se han venido aplicando sistemáticamente sobre los sectores más vulnerables
de la sociedad desde marzo de 2009, fecha en la cual el gobierno del PSOE
procedía a rescatar la Caja
de Castilla La Mancha. La
interpretación que se propone a continuación recopila ambas posturas bajo el
razonamiento de que España ha salido de la crisis como resultado del deterioro
de las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la sociedad, y que por lo
tanto, este crecimiento de la producción, lejos de conducir a una recuperación
de las garantías sociales que constituían el “estado de bienestar”, está
obligado, para mantenerse, a sostener e intensificar la inseguridad social y la
precariedad laboral como nuevos escenarios de normalidad social. O en otras
palabras: no hay ninguna razón que justifique la esperanza de que la
recuperación social se producirá como el correlato necesario de la recuperación
económica.
lunes, 3 de noviembre de 2014
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