lunes, 29 de julio de 2013

Confiar en los transgénicos requiere de una prueba de fe

La alimentación de unos 800 millones de personas pobres en el mundo depende principalmente del el arroz. El grano de arroz carece de pro-vitamina A y, en consecuencia, quien sólo se alimente de arroz tendrá carencia de esta vitamina. Según UNICEF, esta situación genera cada año un millón de muertes infantiles directas y 500.000 casos de ceguera infantil, de los cuales más de la mitad mueren durante el mismo año. Preocupados por esta catastrofe humanitaria, a finales de los `90, los profesores Ingo Potrykus y Peter Beyer, financiados por la Fundación Rockefeller y por la Unión Europea, crearon una variedad de arroz en el que habían introducido Vitamina A mediante modificación genética, pero pese a la insistencia del Dr. Potrykus de que el Arroz Dorado podría estar comercializándose desde el año 2002, estas primeras variedadesde contenían muy poca pro-vitamina A, insuficiente en todo caso para paliar su deficiencia. En 2005, Syngenta, que participaba en el proyecto del Arroz dorado (Gr), introdujo una nueva variedad de arroz llamada Gr2 (Arroz dorado 2) y registró las patentes. Pues bien, es en este contexto en el que desde el pasado 19 de mayo hemos venido sosteniendo un debate sobre un artículo que defiende la comercialización inmediata del Golden rice (Gr) o Arroz dorado en lacienciadeamara.blogspot.com, un blog comprometido en defender una indiscriminada permisividad en la regulación sobre la aplicación de la biotecnología a la agricultura. Si hoy presentamos las correspondencias que se han mantenido con y en ese blog sobre las variedades de arroz transgénico Gr y Gr2, es para constatar la potencialidad de ambos discursos, el pro-transgénicos y el marxista, a partir de su confrontación.

lunes, 22 de julio de 2013

Un país para comérselo

El término "corrupción" se refiere a las prácticas de los funcionarios públicos que utilizan los medios y funciones de las instituciones públicas del estado en su propio beneficio y no en beneficio del interés general.  Según datos de eleconomista.es, 300 imputados por corrupción están siendo despachados a día de hoy en los tribunales del Régimen por casos que suman una cantidad de 1200 millones de euros malversados (536 millones de euros fueron las partidas destinadas a sanidad en los Presupuestos Generales del Estado de 2012): el PP acumula 144 casos bajo investigación, seguido por los 112 que reune el PSOE, los 10 de CiU e IU, los 7 del PNV, y los 6 de Coalición Canaria y Unió Mallorquina. La mayor parte de las corruptelas se quedan en el ámbito municipal, pero no son pocos los procesos que han comprometido a los gobiernos de las comunidades autónomas y a las altas instituciones del Régimen, como el caso Gürtel en la Comunidad Valenciana, el caso de los ERE irregulares del PSOE en Andalucía, el caso de la financiación irregular de CiU a través del Palau de la Música, o el caso Nóos que salpica de lleno a la Casa Real. Pues bien, lo que convierte al caso de los sobresueldos en negro del PP y al caso Bárcenas en procesos típicamente escandalosos es que comprometen al actual presidente del gobierno de un país, Mariano Rajoy, y a la dirección del PP en el gobierno en estos procesos de podredumbre política, es decir, que delatan la utilización que el gobierno ha hecho en beneficio de sus intereses particulares de las máximas instituciones del estado orientadas a garantizar la igualdad mediante las leyes (interés público). Este acontecimiento evidentemente deslegitima totalmente al gobierno en su conjunto y en democracia debería ser inmediatamente juzgado y destituido puesto que nadie debe obediencia a los usurpadores de la soberanía nacional: ¿Con qué autoridad puede hablar este gobierno de apretarse el cinturón o de decretar subida de impuestos, recortar los presupuestos públicos o, simplemente de adjudicar obras públicas cuando el conjunto de su plana mayor recibe dinero no declarado por parte de ciertas empresas privadas para legislar según sus conveniencias?

jueves, 18 de julio de 2013

Las mujeres del carbón protagonizan la segunda Marcha Negra contra la reconversión industrial de la minería

El conflicto de la minería es una expresión de las contradicciones inherentes al modo de producción capitalista cuya lógica interna, que impone la necesidad creciente de rentabilizar el capital invertido, es la causa profunda que motiva no una reestructuración de la actividad económica en la zona, sino una reconversión industrial de las cuencas mineras para reestablecer las condiciones de la rentabilidad en la minería privada a partir de la destrucción económica de miles de puestos de trabajo (48.000 despidos desde 1991 hasta 2007), de una gran fracción de los salarios y de las condiciones de seguridad laboral de los mineros. Es en este marco sobre el que debemos situar los dos meses de huelga general de la minería que concluyó el pasado verano de 2012 con la Marcha Negra de los mineros a Madrid, y es en este marco también en el que hay que encuadrar los cuatro meses de huelga de los mineros de la explotación minera de Cerredo -que pertenece a la empresa Coto Minero Cantábrico (CMC) de Victorino Alonso- que concluía el pasado mes de junio con la readmisión de los 139 trabajadores incluidos en el expediente de extinción de empleo, y la segunda Marcha Negra a Madrid que el pasado 13 de julio protagonizaron las mujeres de las cuencas mineras arropadas por toda la clase obrera.

jueves, 11 de julio de 2013

Arrancan las Fiestas de la Karmela 2013 como expresión cultural de la identidad obrera de Vallekas

 

En parte afligida por los recortes del presupuesto público, y en parte por su tendencia fascistoide, la Junta Municipal de Vallekas ha organizado unas mugrientas fiestas de la vigen del Carmen y totalmente ajenas a las condiciones de vida de los vecinos del barrio. Las fiestas de la Karmela, organizadas por la Asociación de Vecinos de Alto del Arenal y por el Ateneo Republicano de Vallekas, se celebran paralelamente como una alternativa comunitaria de un barrio obrero, víctima por excelencia de las agresiones imperialistas y fascistas de las instituciones burguesas (privatización de la sanidad y de la educación, deterioro de las condiciones laborales, paro, represión, etc.).  A continuación podreís consultar el programa que se desarrollará entre los días 11 y 14 de julio de 2013 en la Plaza del Nica (c/Arroyo del Olivar, 79- Metro de Buenos Aires):

lunes, 8 de julio de 2013

Iñaki Gil de San Vicente hace una rigurosa apología del marxismo frente a la sociología en la Videoteca de Pensamiento Marxista

Las ciencias sociales estudian la reproducción de la sociedad desde diferentes niveles. Así, la sociología estudiaría la reproducción social de la sociedad, la antropología estudiaría la reproducción cultural de la sociedad, la filología estudiaría la reproducción lingúistica de la sociedad e incluso se podría decir que la historia estudiaría la reproducción de las distintas sociedades en el tiempo. Pues bien, mientras la concepción burguesa de la ciencia estudia cada uno de estos niveles como campos separados e independientes entre sí, la concepción marxista de la ciencia reconoce en la economía, esto es la reproducción material de la sociedad, la lógica interna que cohesiona los diferentes niveles que estudian las ciencias sociales en una totalidad social. En este marco Iñak Gil de San Vicente explica para la Videoteca de Pensamiento Marxista las diferencias entre el planteamiento científico de la sociología como ciencia burguesa y el planteamiento científico marxiano.

lunes, 1 de julio de 2013

Syria: O Primavera árabe o desestabilización imperialista estadounidense


La Primavera árabe es el término al que se adhiere la burguesía en su conjunto y una parte de la izquierda (Rebelión, Gara, etc.) para interpretar las protestas populares que se han sucedido desde finales de 2010 en los paises de la costa sur del Mediterraneo y Oriente Medio como el anhelo popular de instituir las libertades democráticas y de mejorar las condiciones de vida de la población. Desde entonces, y en relación a este proceso, han caído cuatro gobiernos (el de Zine El Abidine Ben Ali en Tunez, el de Hosni Mubarak en Egipto, el de Muamar el Gadafi en Libia, y el de Ali Abdullah Saleh en Yemen), otros cuatro gobiernos han  introducido reformas laicistas y democráticas en sus paises (Marruecos, Jordania, Kuwait y Omán), y en el caso de Syria (y de Libia) las protestas han desatado una guerra civil que, aun a día de hoy después de dos años de conflicto, se pronostica duradera. La dificultad de esta interpretación de las protestas populares agrupadas bajo el término de Primavera árabe se encuentra en explicar las sucesivas intervenciones de Estados Unidos y sus aliados europeos en las protestas de distintos paises, evidentes en Egipto, Libia, Yemen, y ahora en Syria. Por ello, otra parte de la izquierda recelosa de la "justicia infinita" y de la "libertad duradera" (términos bajo los que se legitimaron las guerras de Afganistan e Irak), se ha distanciado de la interpretación de la Primavera árabe tal y como se ha explicado hasta aquí y ha situado los intereses internacionales sobre la región en el centro de gravedad de su análisis, perspectiva desde la que buena parte de estas protestas populares deben integrarse como parte de los esfuerzos de Estados Unidos por desestabilizar a los paises de la zona y sustituir sus gobiernos por otros que respondan fielmente a los intereses económicos estadounidenses en la región. El problema está en que a la luz de esta perspectiva, la interpretación de la Primavera árabe y el posicionamiento político que de ella se sigue aparecen como ideologías que sirven a los intereses imperialistas y (por mucho que traten de desmarcarse) legitiman la intervención militar. A día de hoy, cuando Obama ha autorizado la colaboración de la CIA con los terroristas de Syria, y puesto que los intereses imperialistas se encuentran en permanente fricción con los intereses de los trabajadores, es inaceptable e incompatible con la defensa de los intereses de la clase trabajadora que la izquierda se empeñe en integrar la guerra civil de Syria en el marco de la "Primavera árabe" sin dejar a su vez de ser izquierda.